Ciudad de México, 23 de mayo de 2017

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA XIMENA TAMARIZ GARCÍA, PARA DAR EL POSICIONAMIENTO EN NOMBRE DEL GPPAN, DURANTE LA REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE DESARROLLO SOCIAL CON LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, PARA PRESENTAR EL INFORME DEL DESARROLLO EN MÉXICO 2016, EN EL SALÓN PROTOCOLO, DEL EDIFICIO C

DIPUTADA XIMENA TAMARIZ GARCÍA (XTG): Así lo evidencian claramente los índices de pobreza infantil que continúan siendo altos y la cobertura de las políticas sociales muestran la persistencia y desigualdad intensa entre los diferentes niveles de ingreso familiar entre la población rural y urbana, así como en función a la pertenencia étnica y, paradójicamente, también en funcionalidad, cuanto menor es la edad, menores son los indicadores sociales.

Señoras y señores, la deuda con los niños mexicanos de más corta edad no se debe solamente a la distribución desigual de los ingresos y sus familias sino también a la distribución desigual de los beneficios de las políticas públicas.

Para apoyar esta afirmación sobre las brechas aún existentes, existen innumerables indicadores y referentes sobre la situación de la primera infancia y la infancia mexicana en general.

Me permito compartirles algunos: la población de entre cero y cinco años de edad entre 2015 es de  12 mil 713 millones, lo que equivale al 10.6 por ciento de la población total del país, 51 por ciento son niños y 49 por ciento niñas.

En 2014, 55.2 por ciento de los niños y niñas de entre dos y cinco años de edad vivían en pobreza y 13.1 por ciento en pobreza extrema.

Además el 60.5 por ciento presentaba carencia en el acceso a la seguridad social y el 25.8 en el acceso a una adecuada alimentación.

En 1990 de cada mil niños nacidos vivos, 41 morían antes de cumplir los cinco años de edad; para el 2014, por cada mil nacido vivos, se registraron 15.1 muertes, esta cifra representa una disminución del 63 por ciento; sin embargo, aún es alta, ya que muchas de estas muertes son por causas prevenibles.

1.5 millones de niños y niñas menores de cinco años se encuentran en desnutrición crónica y un dato más alarmante muestra que en el caso de los niños de cero a cinco años que habitan en hogares indígenas, la prevalencia de desnutrición crónica es de 33.1, comparada con el 11.7 por ciento de los hogares no indígenas.

Un factor determinante para la salud del recién nacido y de la madre es la lactancia materna, representa no sólo el mejor alimento sino la mejor protección contra enfermedades que pudieran existir; sin embargo, en 2012, sólo el 38 por ciento de los recién nacidos fueron alimentados con leche materna durante la primera hora de vida y tan solo el 14 por ciento recibieron leche materna recibieron leche materna exclusiva durante los primeros seis meses –la más baja en América Latina--.

Por otra parte, tomando en cuenta que la educación preescolar es obligatoria en nuestro país, únicamente el 42.2 por ciento de los niños y niñas de tres años de edad fueron atendidos por una institución educativa durante el ciclo 2014-2015.

89 por ciento de los niños de cuatro años y 84.3 por ciento de los de cinco años, un dato muy transcendente que habla de la invisibilidad de nuestros niños y niñas.

Existen rezagos en diversas materias en desarrollo social, sólo les comparto en cuanto a pobreza que cada uno de dos niñas, niños y adolescentes se encuentran en situación de pobreza, de éstos, dos de cada 10 se encuentran en pobreza extrema.

De las niñas y niños en pobreza la carencia con mayor prevalencia es la seguridad social: seis de cada diez niños la enfrentan.

En cuanto a salud y nutrición, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años en México fue de 15.1 por cada mil nacidos vivos en 2015; sin embargo, en la región sur del país la tasa de mortalidad infantil aún se mantiene elevada al tener tasas por arribas de 17 defunciones por cada mil niños nacidos vivos.

Dos de cada diez niños y niñas menores de cinco años en zonas rurales presentan desnutrición crónica.

En contraste, cinco por ciento de los niños menores de cinco años tienen obesidad al presentar un peso por encima del adecuado para Sedatu.

En cuanto a educación sólo seis de cada diez niños y niñas entre tres y cinco años asisten a un programa educativo destinado a la primera infancia.

Más de cuatro millones de niñas, niños y adolescentes están fuera de la escuela y más de 600 mil se encuentran en riesgo de dejarla.

En cuanto a violencia infantil: seis de cada diez, niños, niñas y adolescentes entre uno y 14 años han experimentado algún método violento de disciplina infantil en sus hogares.

Uno de cada dos niños, niñas y adolescentes ha sufrido alguna agresión psicológica por algún miembro de su familia.

El deber que tenemos con nuestras niñas y niños más pequeños es insoslayable, el resto es más que serio, la importancia de sus primeros pasos por la vida no puede ser mayor. Los desafíos que presentan no pueden ser más apremiantes para México.

Si bien la realidad del país es preocupante y muchos de los indicadores siguen siendo desfavorables --incluso algunos de estos alarmantes—hoy la realidad nos obliga a todos. Como cuerpo legislativo asumimos el reto a replantear las formas y atrevernos a ser más ambiciosos y visionarios en las estrategias que los distintos órdenes de gobierno y diferentes sectores de la sociedad enfrentan a corto, mediano y largo plazo inspirados en la lógica de los derechos de la niñez.

Deberán ser necesariamente integrales, orientadas en los principios básicos de la inclusión social, la no discriminación y la compensación de las desigualdades sociales.

Hay mucho por hacer, muchos esfuerzos, talentos y voluntades se deberán de tejer y  retejer para cumplirle a los nuevos mexicanos como merecen, haciendo lo que a cada uno corresponde en sus espacios de responsabilidad.

Gracias a la UNAM por presentar este informe que constituye una herramienta fundamental para señalar, corregir y conducir las estrategias necesarias para el desarrollo sostenible.

Así también como la Cámara de Diputados asumimos lo que conducen la parte legislativa para mejorar las condiciones de la primera infancia es necesario que el Poder Ejecutivo corrija las estrategias que no han resultado y que aquí son evidentes.

Esperamos que también lo considere y lo tome la Secretaría de Desarrollo Social para que las políticas públicas orientadas y el desarrollo social en particular de lo que hoy hablamos, la primera infancia sirva para mejorar.

Muchas gracias a todos. 

--ooOOoo--

MRA