Ciudad de México, 8 de marzo de 2018

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA KARLA KARINA OSUNA CARRANCO CON MOTIVO DE LA EFEMÉRIDE DEL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, DURANTE EL DESARROLLO DE LA SESIÓN ORDINARIA

DIPUTADA KARLA KARINA OSUNA CARRANCO (KKOC): Compañeras y compañeros diputados.

Congregada en la Ciudad de Copenhague en 1910, la Internacional Socialista acordó la celebración de un Día Internación de la Mujer, misma que se celebró por primera vez el 19 de marzo del siguiente año, con manifestaciones en Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca.

Mujeres y hombres salieron a las calles y reclamaron los derechos de la mujer, el derecho al voto a ocupar cargos públicos, al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Desde entonces es cierto es en mucho se ha avanzado en la lucha de los derechos de las mujeres. En la legislatura hemos dado muestra de esto 215 de nosotras, pero la lucha que inició en 1911 y tomó las calles de diversos países en el mundo hoy sigue vigente.

Observemos un poco nuestra realidad, las mujeres ocupamos cargos públicos, sí, pero en muchos de los casos nuestra vida e integridad peligra al hacerlo. En los cargos de designación seguimos siendo una pequeña minoría. Tan solo durante los comicios de 2015, de 2016 y 2017, las mujeres electas en ellos vivieron amenazas e intimidación.

En lo que va de este año ya llevamos dos asesinatos contra aspirantes políticas, además mientras que en el último gobierno panista seis mujeres se encontraban en la integración del gabinete, hoy vivimos un retroceso. Hoy en este PRI gobierno solamente tres mujeres se encuentran en el gabinete.

En el tema laboral seguimos trabajando, sí, pero el trabajo de las mujeres es mucho menor remunerado que el de los hombres. Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social señalan que la discriminación salarial contra las mujeres en México se ha acentuado, especialmente en quienes están en una situación de pobreza extrema, pues las mujeres ganan hasta una quinta parte menos que los hombres, pese que ambos tengan el mismo nivel educativo.

En combate a la discriminación laboral sigue, sí, pero sigue habiendo millones de mujeres que sufren discriminación. Entre 2011 y 2017, de acuerdo a la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, se abrieron 2 mil 935 expedientes por supuestos actos de discriminación y despido por embarazo, que es una de las causas más fuertes de este país.

Enrique Peña Nieto tampoco ha cumplido con una de las promesas que hizo en campaña, que es la ratificación del Convenio 189, que daría derechos laborales a 2.4 millones de personas dedicadas al trabajo del hogar. Desde hace cuatro años el gobierno federal ha retrasado el envío de este Convenio al Senado de la República para su ratificación.

En México más de 2.3 millones de personas, casi todas mujeres, enfrentan una discriminación por la naturaleza de su profesión y el trabajo del hogar ha sido sobrevalorada por una percepción errónea, donde se cree que es un trabajo no real.

En Acción Nacional sostenemos que hombres y mujeres somos esencialmente iguales, somos naturalmente complementarios. Mujeres y hombres somos igualmente necesarios y enriquecedores para toda actividad humana.

Compañeras y compañeros, como podemos observar, la situación de las mujeres en este pleno siglo XXI aún tiene mucho que mejorar, en lo político, en lo social y en lo económico. A más de 100 años de distancia de aquella lucha que se emprendió en marzo de 1911, hoy esta lucha aún continúa.

La realidad en la que viven millones de mexicanas requiere que hoy, más que nunca, nos comprometamos con firmeza en erradicar las brechas de género que aún nos marcan una distancia de la tan ansiada y anhelada igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida.

Fijemos acuerdos, labremos caminos, impulsemos acciones y medidas para garantizar a las mujeres su derecho de una manera plena.

La realidad que hoy nos exige transformarnos nos exige solidaridad de los derechos humanos, la dignidad y la igualdad. La realidad nos exige luchar por la justicia y la inclusión real de las mujeres.

Muchas gracias, es cuanto.

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YMJ