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Iniciativa que reforma y adiciona los artículos 6o. y 93 de la Ley General de Salud, a cargo del diputado Edmundo Javier Bolaños Aguilar

MARTES, 20 DE FEBRERO DE 2018

INICIATIVA QUE  REFORMA  Y  ADICIONA  LOS  ARTÍCULOS  6O.  Y  93  DE  LA  LEY  GENERAL  DE  SALUD,  A CARGO     DEL     DIPUTADO     EDMUNDO     JAVIER     BOLAÑOS     AGUILAR,     DEL     GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN

 

Quien suscribe, Edmundo Javier Bolaños Aguilar, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con fundamento en los artículos 71, fracción  II,  de  la  Constitución  Política  de  los  Estados  Unidos  Mexicanos;  y  6o.,  fracción  I,  65,  numeral  1, fracciones II y III, 76, numeral 1, 78, numeral 1, y demás relativos del Reglamento de la Cámara de Diputados, presenta iniciativa con proyecto de decreto que reforma  y adiciona diversas disposiciones de la Ley General de Salud, al tenor de la siguiente

 

Exposición de Motivos

 

En los principios de la Organización Mundial de la Salud se señala: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.1 Siendo un derecho humano fundamental, y que por tanto se deberá buscar el grado más alto posible de salud, un objetivo social sumamente importante  en  todo  el  mundo,  cuya  realización  exige  la  intervención  de  muchos  otros  sectores  sociales  y económicos.

 

La  salud,  estado  de  completo  bienestar  físico,  mental  y  social,  y  no  solamente  la  ausencia  de  afecciones  o enfermedades, es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud.

 

Lo  anterior  es  manifestado  por  la  Conferencia  Internacional  sobre  Atención  Primaria  de  Salud,2  manifestando también entre otras cosas el derecho que tiene el pueblo y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención de salud y la obligación que tiene los gobiernos de cuidar la salud de sus pueblos, obligación que sólo puede cumplirse mediante la adopción de medidas sanitarias y sociales adecuadas.

 

El   Convenio   169   de   la   Organización   Internacional   del   Trabajo,   “sobre   pueblos   indígenas   y   tribales independientes”,3  recordando  los  términos  de  la  Declaración  Universal  de  Derechos  Humanos,  del  Pacto Internacional  de  Derechos  Económicos,  Sociales  y  Culturales,  del  Pacto  Internacional  de  Derechos  Civiles  y Políticos  y  de  numerosos  instrumentos  internacionales,  en  el  artículo  25,  manifiesta  que  los  servicios  de  salud deberán  organizarse  en  la  medida  de  lo  posible,  a  nivel  comunitario.  Estos  servicios  deberán  planearse  y administrarse  en  cooperación  con  los  pueblos  interesados  y  tener  en  cuenta  sus  condiciones  económicas, geográficas,  sociales  y  culturales,  así  como  sus  métodos  de  prevención,  prácticas  curativas  y  medicamentos tradicionales.

 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS)

 

La  medicina  tradicional  se  viene  utilizando  desde  hace  miles  de  años,  y  sus  practicantes  han  contribuido enormemente  a  la  salud  humana,  en  particular  como  proveedores  de  atención  primaria  de  salud  al  nivel  de  la comunidad.

 

La  medicina  tradicional  ha  mantenido  su  popularidad  en  todo  el  mundo.  A  partir  del  decenio  de  1990  se  ha constatado un resurgimiento de su utilización en muchos países desarrollados y en desarrollo.4

 

La medicina tradicional es todo el conjunto de conocimientos, aptitudes y prácticas basados en teorías, creencias y experiencias,  desde  los  pueblos  indígenas  de  las  diferentes  culturas,  sean  o  no  explicables,  usados  para  el

 

mantenimiento de la salud, así como para la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas o mentales.

 

Los  términos  medicina  complementaria,  medicina  alternativa  y  medicina  natural,  utilizados  indistintamente  con medicina tradicional en algunos países, hacen referencia a un conjunto amplio de prácticas de atención de salud que no forman parte de la propia tradición del país y no están integradas en el sistema sanitario principal, siendo vocablos sinónimos a la fecha.

 

El  concepto  medicamentos  herbarios  abarca  hierbas,  material  herbario,  preparaciones  herbarias  y  productos herbarios  acabados,  que  contienen  como  principios  activos  partes  de  plantas  u  otros  materiales  vegetales  o combinaciones de esos elementos.

 

Así tenemos los siguientes conceptos:

 

•  Hierbas:  comprenden  materiales  vegetales  brutos,  tales  como  hojas,  flores,  frutos,  semillas,  tallos,  madera, corteza, raíces, rizomas y otras partes de plantas, enteros, fragmentados o pulverizados.

 

•  Materiales  herbarios:  comprenden  además  de  hierbas,  jugos  frescos,  gomas,  aceites  fijos,  aceites  esenciales, resinas  y  polvos  secos  de  hierbas.  En  algunos  países  esos  productos  se  pueden  elaborar  mediante  diversos procedimientos locales, como tratamiento con vapor, el tostado o el rehogado con miel, bebidas alcohólicas u otros materiales.

 

•  Preparaciones  herbarias:  son  la  base  de  los  productos  herbarios  acabados  y pueden  componerse  de  materiales herbarios triturados o pulverizados o extractos, tinturas y aceites grasos de materiales herbarios. Se producen por extracción,   fraccionamiento,   purificación,   concentración   y   otros   procesos   biológicos   o   físicos.   También comprenden preparaciones obtenidas macerando o calentando materiales herbarios en bebidas alcohólicas o miel o en otros materiales.

 

• Productos herbarios acabados: se componen de preparaciones herbarias hechas a partir de una o más hierbas. Si se utiliza más de una hierba, se puede utilizar también la expresión “mezcla de productos herbarios”. Los productos herbarios  acabados  y las  mezclas  de  productos  herbarios  pueden  contener  excipientes,  además  de  los  principios activos. Sin embargo, no se consideran herbarios los productos acabados o en forma de mezcla a los que se hayan añadido  sustancias  activas  químicamente  definidas,  incluidos  compuestos  sintéticos  o  constituyentes  aislados  de materiales herbarios.

 

Por uso tradicional de medicamentos herbarios se entiende; un empleo prolongado a lo largo de la historia. Su uso está bien establecido  y ampliamente reconocido  como inocuo  y eficaz  y puede ser  aceptado por las autoridades nacionales.

 

La actividad terapéutica se refiere a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento satisfactorios de enfermedades físicas  y mentales, el alivio de los síntomas de las enfermedades  y la modificación o regulación beneficiosa del estado físico y mental del organismo.

 

Los principios activos son los ingredientes de los medicamentos herbarios que tienen actividad terapéutica. En el caso  de  los  medicamentos  herbarios  cuyos  principios  activos  hayan  sido  identificados,  se  debe  normalizar  su preparación, si se dispone de métodos analíticos adecuados, para que contengan una cantidad determinada de ellos. Si no se logra identificar los principios activos, se puede considerar que todo el medicamento herbario es un solo principio activo.

 

Se considera medicina tradicional mexicana, al conjunto de sistemas de atención a la salud que tiene sus raíces en profundos conocimientos sobre la salud y la enfermedad que los diferentes pueblos indígenas y rurales de nuestro país han acumulado a través de su historia, fundamentados en una interpretación del mundo (cosmovisión), de la salud y enfermedad de origen prehispánico, que ha incorporado elementos provenientes de otras medicinas, como la medicina antigua española, la medicina africana  y en menor medida por la interacción de la propia medicina occidental hasta los conocimientos contemporáneos no indígenas.

 

Gracias a los aportes de intelectuales como Guillermo Bonfil Batalla y a los movimientos reivindicativos de los pueblos indígenas, no sólo en México sino en diferentes países de América Latina, las políticas públicas cambiaron de rumbo en el último cuarto del siglo XX.

 

Producto de estas influencias, en 1992 en México, se llevó a cabo la reforma constitucional que estableció que “La nación   mexicana   tiene   una   composición   pluricultural   sustentada   originalmente   en   sus   pueblos   indígenas” generando  un  marco  a  los  procesosreivindicativos  de  los  pueblos  indígenas  en  el  Estado  de  Chiapas  y  que  se concretaron, posterior al conflicto armado del movimiento Zapatista, reformas constitucionales de carácter nacional en los años 2001 y 2004. Con ello, en la Constitución Política de nuestro país y con la modificación del artículo

2o., se reconocen los derechos de los pueblos indígenas a preservar todos los elementos de su identidad cultural, así como a aprovechar debidamente la medicina tradicional.

 

La medicina tradicional y alternativa está inmersa en un proceso histórico de cambio muy dinámico y dependiente de las condiciones sociales, culturales y económicas de cada momento.

 

Es definida como los métodos curativos y remedios que forman parte del acervo cultural de ciertas comunidades tradicionales  y que  aún  siguen  estando  en  uso  en  las  mismas.  Es  un  tipo  de  medicina  que  utilizan  millones  de personas en todo el mundo, habitualmente al margen de la medicina moderna y los sistemas oficiales de atención sanitaria, pero a veces combinándola con éstos.

 

La  medicina  tradicional  y  alternativa  continúa  siendo  una  parte  importante  de  la  atención  sanitaria  en  muchos países en desarrollo, a la vez que varias terapias alternativas, como la acupuntura, la medicina tradicional china o los métodos complementarios de curación, disfrutan de una amplia acogida en los países desarrollados.

 

No  obstante,  la  medicina  tradicional  todavía  no  ha  sido  incorporada  en  los  sistemas  de  salud  nacionales  de  la mayoría de los países en desarrollo, y el potencial de los servicios suministrados por practicantes tradicionales está lejos  de  ser  plenamente  aprovechado.  Se  hace  todavía  necesaria  una  mejor  valoración  de  los  beneficios  de  la medicina tradicional.

 

En contraste con la medicina moderna, construida sobre los conocimientos científicos y subordinada a la tecnología con aparatos sofisticados de diagnóstico y tratamiento, potentes fármacos y métodos cruentos como la cirugía, la medicina tradicional asigna un papel central a la capacidad del organismo de curarse por sí mismo. Un elemento clave  de  esas  tradiciones  es  el  respeto  por  la  alimentación  adecuada  y  los  productos  naturales  como  medio  de conservar la salud.

 

Hay una larga historia de marginación y desprecio hacia la medicina indígena tradicional, popular, y alternativa, y no  pocos  intentos  de  aprovechamiento  e  integración.  En  la  época  prehispánica  de  los  pueblos  mesoamericanos disponían de un sistema medico original, su eficiencia fue constatada por los conquistadores.

 

La  revolución  industrial  y  el  desarrollo  técnico-científico  produjeron  un  nuevo  sistema  médico  y  de  salud  que continúo excluyendo a las antiguas y nuevas expresiones de la medicina indígena popular.

 

La exclusión de la medicina tradicional  y alternativa del sistema médico y de salud dominante, no han sido por ineficiencias, si no por interés del dominio político y económico de quienes han detentado el poder económico.

 

Actualmente, más de 60 por ciento de los pacientes que acuden a la consulta médica familiar tiene algún tipo de contacto con la medicina tradicional  y alternativa, en el último año más de 80 por ciento de los mexicanos  han tomado  alguna  infusión   herbolaria,   consumidos  o  usado  algún  producto  “natural”,  recibido   algún  masaje tradicional,  acudido  a  un  temazcal,  o  consultado  un  terapeuta  alternativo.  El  desarrollo  económico  de  bienes  y servicios de esta alternativa es muy dinámico y en constante crecimiento.

 

El renacimiento de la medicina tradicional y alternativa es un fenómeno mundial que no ha pasado desapercibido por  los  organismos  internacionales  de  salud.  No  obstante,  su  rica  y  variada  herencia  cultural,  México  inicio rezagado al proceso de reconocimiento e integración, a diferencia de china e india que fueron dos de los países pioneros en el reconocimiento, rescate, investigación, promoción, aprovechamiento e implementación de servicios de salud con medicina tradicional.

 

En  2001,  la  Secretaría de  Salud  publicó  la  Farmacopea  Herbolaria de  los  Estados  Unidos  Mexicanos,  y que  ya cuenta  con  11  ediciones;  el  documento  representa  un  avance  importantísimo  a  fin  de  sustraer  a  la  medicina herbolaria mexicana del abuso comercial que personas y empresas hacen explotación de la ignorancia del público para ofrecer productos “milagrosos” y supuestas “panaceas herbolarias”.

 

La   medicina   tradicional   y   alternativa   no   es   mejor   ni   peor,   son   diferentes   y   por   tanto   potencialmente complementarias. Cada una tiene sus virtudes y sus vacíos, sus fortalezas y sus debilidades. Todo el conocimiento médico  de  la  humanidad  es  valioso  y  enfrentar  las  diferentes  tradiciones  y  ciencias  en  lugar  de  usarlas complementariamente, simplemente nos empobrece.

La medicina tradicional se encuentra presente en nuestras localidades, ya que es la comunidad la que la reconoce, resguarda, utiliza, la nutre de nuevos terapeutas; en la comunidad se recolectan los insumos terapéuticos y se asiste a la atención de esta práctica como parte de la interculturalidad en salud.

Ello da como resultado el empoderamiento del individuo y la comunidad, como un proceso de movilización por medio del cual la comunidad se organiza y capacita, y asume su papel de agente o sujeto de autodesarrollo, junto con las instituciones.

El interés del público por la medicina tradicional o natural no está limitado a una determinada clase social, área rural o indígena, regiones de bajo desarrollo económico-social, por el contrario, alcanza a todos los sectores de las sociedades, por eso que los médicos tradicionales son un recurso extenso, importante numérica y técnicamente y, sobre todo, culturalmente.

¿Cómo  diagnostican,  cómo  generan  apoyo  psicológico,  psicosomático  en  sus  pacientes?  Además  de  compartir claves culturales (misma lengua, creencia en santos y en lugares peligrosos o benéficos), el médico tradicional usa sus  sentidos:  palpa,  mira,  huele,  platica,  utiliza  el  sueño  (del  paciente  o  de  él)  y,  naturalmente,  dialoga  con  el paciente  o  con  un  acompañante.  Los  profesionales  de  la  salud  alternativa,  son  estudiosos  de  estos  métodos, reconocidos en instituciones tanto públicas como privadas, obteniendo títulos profesionales por dichos estudios.

 

En la actualidad, estos profesionales de la salud alternativa, se concentran en centros indígenas, rurales o urbanos, se han diversificado por todo el territorio nacional, gozando de una credibilidad entre los diversos sectores sociales en  México.  Reconociendo  así  la  interculturalidad  que  se  maneja  en  México  en  pro  de  sus  habitantes,  pero  que significa  esto,  interculturalidad  significa  relación  entre  varias  culturas  diferentes  que  se  realiza  con  respeto, reconocimiento y horizontalidad. Es decir, ninguna se pone arriba o debajo de la otra.

 

Por eso, no sólo es el hecho de que se reconozca a los médicos tradicionales como profesionales, sino que puedan ejercer su conocimiento en las condiciones pertinentes y dignas que esta noble profesión requiere.

 

Tiene  que  privilegiarse  y  escucharse  la  voz  de  quienes  día  tras  día  hacen  realidad  el  ejercicio  de  la  medicina tradicional, que son las médicas y médicos tradicionales. Ya no solamente en las comunidades indígenas trabajan los médicos tradicionales, su aceptación se da en casi todo el territorio mexicano, esto porque se complementa con la  medicina  moderna,  dando  resultados  muy  positivos  entre  los  pacientes  que  se  someten  a  los  distintos tratamientos que se ofrecen en ambas instituciones.

Es  importante  que  la  Secretaría  de  Salud,  sin  perjuicio  de  las  atribuciones  de  las  autoridades  educativas  en  la materia y en coordinación con éstas, impulsen el estudio, profesionalización, capacitación y actualización de los profesionales de la medicina tradicional y alternativa, esto porque en muchas de las regiones que componen al país, los practicantes de la medicina tradicional y alternativa sean o no de comunidades indígenas ponen a prueba los conocimientos  milenarios  tanto  endémicos  como  importados  de  las  diferentes  regiones  que  practican  medicina tradicional.

Por lo expuesto sometemos a consideración de esta soberanía el siguiente proyecto de

 

Decreto

 

Primero. Se reforma la fracción VI Bis del artículo 6o. de la Ley General de Salud, para quedar como sigue: Dice:

Artículo 6o. El Sistema Nacional de Salud tiene los siguientes objetivos:

 

VI Bis. Promover el conocimiento y desarrollo de la medicina tradicional indígena  y su práctica en condiciones adecuadas;

 

Debe decir:

 

Artículo 6o. El Sistema Nacional de Salud tiene los siguientes objetivos:

 

VI Bis. Promover el conocimiento y desarrollo de la medicina tradicional indígena, complementaria, alternativa, doméstica y natural, así como su práctica en condiciones adecuadas;

 

Segundo. Se reforma el artículo 93 de la Ley General de Salud, para quedar como sigue: Dice:

Artículo  93.  La  Secretaría  de  Educación  Pública,  en  coordinación  con  la  Secretaría  de  Salud,  promoverá  el establecimiento de un sistema de enseñanza continua en materia de salud.

 

De  la  misma  manera,  reconocerá,  respetará  y promoverá  el  desarrollo  de  la  medicina  tradicional  indígena.  Los programas de prestación de la salud, de atención primaria que se desarrollan en comunidades indígenas, deberán adaptarse a su estructura social y administrativa, así como su concepción de la salud y de la relación del paciente con el médico, respetando siempre sus derechos humanos.

 

Debe decir:

 

Artículo  93.  La  Secretaría  de  Educación  Pública,  en  coordinación  con  la  Secretaria  de  Salud,  promoverá  el establecimiento  de  un  sistema  de  profesionalización  a  nivel  de  enseñanza  superior  y  de  enseñanza  continua  en materia de salud.

 

De  la  misma  manera  reconocerá,  respetará  y  promoverá  el  desarrollo  de  la  medicina  tradicional  indígena, complementaria, alternativa, doméstica y natural.  Los programas de prestación de la salud, de atención primaria que se desarrolla en comunidades indígenas deberán adaptarse a su estructura social y administrativa, así como su concepción de la salud y de la relación del paciente con el profesional de la salud, respetando siempre los derechos humanos,  y  en  las  zonas  no  indígenas  se  garantice  a  la  población  el  derecho  de  elegir  la  forma  de  tratar  su enfermedad.

 

Transitorio

 

Único.  El  presente  decreto  entrará  en  vigor  el  día  siguiente  al  de  su  publicación  en  el  Diario  Oficial  de  la

Federación. Notas

1       Organización       Mundial       de       la       Salud,       Principios       y       compromisos.       Consultado       en http://www.who.int/about/mission/es/

 

2 The Panamerican Health Organization Promoting Health in the Americas. Declaración de Alma-Ata Conferencia

Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma-Ata, URSS, 6-12 de septiembre de 1978.

 

3  Convenio  169,  “sobre  pueblos  indígenas  y  tribales  en  países  independientes”.  Suiza.  27  de  junio  de  1989. Aprobado en el Senado el 11 de julio de 1990, según decreto publicado en el DOF el 3 de agosto de 1990. Entrada en vigor el 5 de septiembre de 1991 en México y publicado en el DOF el 24 de enero de 1991.

 

4 OMS, apartado “Medicina tradicional”. Consultado en

 

http://www.who.int/topics/traditional_medicine/es/

 

Palacio Legislativo de San Lázaro, a 13 de febrero de 2018. Diputado Edmundo Javier Bolaños Aguilar (rúbrica)

Diputados

 

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