Ciudad de México, 3 de octubre de 2017

• El 2 de octubre constituyó un parteaguas en la historia mexicana y una cicatriz imborrable de la memoria colectiva

El 2 de octubre debe ser un ejemplo del despertar para los jóvenes, pero también referente de un régimen al que no debemos regresar, afirmó el diputado Ariel Enrique Corona Rodríguez, durante la efeméride con motivo de los acontecimientos ocurridos en 1968.

“Recordar la masacre de Tlatelolco nos invita a pensar en el presente, a voltear hacia los jóvenes de hoy, a entender que hay una generación de mexicanos que viene empujando fuerte y a la que tenemos que voltear a ver”, dijo en tribuna el Diputado panista.

Recordó que el 2 de octubre sirve para reconocer el importante papel de los jóvenes en la sociedad mexicana, para que México no se quede en el siglo pasado, hoy, “debemos rescatar el valor de la memoria; debemos entender lo que aquel terrible episodio significó en la vida institucional de nuestro país; debemos alzar la voz para que nunca vuelva ocurrir algo así”, sentenció.

El movimiento estudiantil, dijo, expresó un quiebre generacional. Era inadmisible que la sociedad siguiera oprimida por un régimen cuyas acciones violaban las garantías individuales de manera recurrente, como lo hizo ese 2 de octubre de 1968.

La matanza de Tlatelolco no fue solamente resultado del autoritarismo y la ceguera de un Presidente, sino fue una manifestación trágica del agotamiento de un régimen político que se había quedado atrás ante una sociedad que reclamaba por libertad y nuevas formas de participación democrática en la vida pública.

Aseguró que el 2 de octubre constituyó un parteaguas en la historia mexicana y una cicatriz imborrable de la memoria colectiva.

“Recordar la masacre de Tlatelolco nos invita a pensar en el presente, a voltear hacia los jóvenes de hoy, a entender que hay una generación de mexicanos que viene empujando fuerte y a la que tenemos que voltear a ver”, concluyó.

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YMJ