Transcripción de la intervención del Dip. Fernando Rodríguez, para referirse a la conclusión de las actividades del Segundo Receso del Tercer Año de la LXII Legislatura, durante la Sesión de la Comisión Permanente, en el Senado de la República
Me uno, primero que nada, a la felicitación a usted por su conducción imparcial, su conducción tolerante, su conducción –ya se ha dicho también— plagada de sentido del humor, el cual, siempre se agradece en la política y también su conducción llena de cultura y sabiduría.
Gracias, Presidente.
Quiero agradecer también en esta oportunidad, a los cuatro coordinadores parlamentarios que hemos tenido los Diputados de Acción Nacional.
En primer lugar, a Luis Alberto Villarreal; en segundo lugar, a José Isabel Trejo; en tercer lugar, a Ricardo Anaya; y, en cuarto lugar, a nuestro actual Coordinador, Marcelo Torres.
Y, por último quiero aprovechar estos breves momentos para hacer una reflexión sobre el propio papel que tiene el Parlamento en toda democracia.
No puede haber una democracia eficaz si el Poder Legislativo deja de cumplir con sus funciones de representación, de fiscalización y de legislación.
Nosotros hemos tenido el enorme reto, la gran responsabilidad en estos tres años de tratar de elevar la dignidad del Poder Legislativo.
Espero, por parte de los Diputados de Acción Nacional, que hayamos contribuido a eso.
Dicen que el Parlamento es la gran esperanza del futuro, toda vez que, si hablamos en la Teoría Clásica de los Tres Poderes, el Poder Ejecutivo es el que se encarga del presente al administrar el día a día, al ejercer los recursos públicos.
El Poder Judicial es el que se encarga de analizar el pasado, lo que ocurrió ayer y buscar la justicia.
Y, en cambio, el Poder Legislativo es el que construye y vislumbra un futuro porque se encargar de proyectar, a través de las leyes, lo que todos queremos para construir el bien común.
Es, por lo tanto, el Poder Legislativo el mayor referente de la esperanza o debe ser el mayor referente de la esperanza en la política de cualquier país.
Decía el ilustre pensador y Diputado de Acción Nacional, Carlos Castillo Peraza, que la política tiene que ser constructora de esperanza, generadora de esperanza, la gente tiene que poder esperar algo de los políticos y de la política.
Y siendo el Parlamento el lugar donde más política se hace, tiene que ser también el lugar donde más esperanza se genera.
No olvidemos además, compañeros y compañeras, que la esperanza es una virtud teologal y, por eso mismo, quiero decirles a todos ustedes que me dio mucho gusto estar en esta Legislatura y que estoy seguro que nos volveremos a encontrar y que Dios y la vida nos volverán a dar una oportunidad.
Muchas gracias.
--ooOOoo--
MRA
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