Ciudad de México, 12 de septiembre de 2017
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA ALEJANDRA NOEMÍ REYNOSO SÁNCHEZ, DURANTE EL ACUERDO DE LA JUNTA DE COORDINACIÓN POLTÍCA, RELATIVO A LA TERMINACIÓN POR PARTE DEL GOBIERNO NORTEAMERICANO DEL PROGRAMA APOYO A MIGRANTES CONOCIDO COMO DACA, EN LA SESIÓN ORDINARIA.
DIPUTADA ALEJANDRA NOEMÍ REYNOSO SÁNCHEZ (ANRS): Compañeras y compañeros diputados.
Hablar de los “dreamers” es hablar de miles de jóvenes, más de 600 mil mexicanos, más de 800 mil latinoamericanos principalmente.
Hablar de la cancelación del DACA, es hablar de coartar los sueños, la libertad, la esperanza.
Hablar de la cancelación del DACA, es hablar del riesgo de la separación de las familias, es hablar del riesgo y el dolor de ser rechazados por una patria que no los reconoce, pero a la que le han aportado conocimiento, economía, trabajo, perseverancia.
Y me parece que en México, nos hemos visto lentos, no es suficiente lamentar la decisión de un gobierno estadounidense.
No es suficiente lamentar que en el centro de la negociación de cualquier tratado no estén las personas, no esté la dignidad de cada ser humano.
No es suficiente decir que sentimos las decisiones que toma el Presidente Trump.
Para los jóvenes, para los mexicanos, para los niños que migraron con sus padres, todo esto no es suficiente, por eso el día de hoy, además de apoyar el punto de acuerdo, sí pedirle a nuestro Presidente, a nuestro Gobierno Federal que deje de ser reaccionario.
Miren, el 1 de febrero, el periódico “The New York Times” lanzaba un artículo que decía:
¿Los dreamers son los siguientes? 1 de febrero.
Pasó lo siguiente, marzo, abril, mayo, junio, julio y agosto, y hasta entonces nos damos cuenta que no era otra cosa más que parecía una profecía lo del 1 de febrero.
Y en aquel entonces escribía en este artículo: que una decisión como la que ya había anunciado el Presidente Trump, durante su campaña, no solamente dañaría a los jóvenes. Reconocían en este artículo que estarían poniendo en riesgo, no solo estudiantes, no se tiene que limitar nuestro posicionamiento en torno al tema educativo, estarían expulsando de Estados Unidos a médicos, a investigadores, a científicos, a empresarios, estarían también separando las familias.
Cómo es posible que ciudadanos americanos sí puedan prever lo que puede suceder con nuestros “dreamers” siete meses antes.
Y aunque si bien, un representante del Partido Republicano dice que no tienen de qué preocuparse pues tendrán seis meses para poder aprobar y procesar un permiso.
Yo creo que sí hay de qué preocuparse y, por eso, por eso es que el día de hoy a nombre de Acción Nacional también hablo a nombre de los jóvenes como Ana López que es de Jalisco o como Silvia Rodríguez de Guanajuato, o como Miguel Tello de Michoacán o como Sara Zúñiga de la Ciudad de México.
Pero también hablo en nombre de Guillermo Guadalupe Gallaga, que reside en Los Ángeles, de Andrea Aguilera que reside en Chicago, también de Elizabeth que reside en el estado de Illinois, de Karina, en San Francisco, California.
Hablo en nombre de esos jóvenes, primero, para decirles que no están solos y que estoy consciente con decirles eso, pero sí que los sueños se pueden alcanzar independientemente de dónde se encuentre una frontera.
Que reconocemos su perseverancia y que estos cinco años que duró el programa, estos cinco años de sueños, no los den por vencidos en tan solo estos días.
Por eso, queremos ir más allá de un exhorto en el tema educativo y donde también, también el exhorto para autoridades locales y que estemos preparados.
No se puede seguir siendo reaccionario y también el exhorto a la Cámara de representantes y senadores para que puedan proporcionarle y apoyar a estos jóvenes soñadores que le han aportado a su Patria.
La única diferencia que no los hace estadounidenses, son los documentos; sin embargo, en México, siempre seguiremos reconociéndolos, apoyándolos y esperándolos como buenos mexicanos.
Es cuanto, Presidenta.
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YMJ