Ciudad de México, a 22 noviembre de 2023
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO GUILLERMO OCTAVIO HUERTA LING, PARA REFERIRSE AL TEMA DE LA INSCRIPCIÓN EN EL MURO DE HONOR DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA LEYENDA -2023 AÑO DEL BICENTENARIO DEL HEROICO COLEGIO MILITAR.
DIPUTADO GUILLERMO OCTAVIO HUERTA LING (GOHL):
Señor Secretario Luis Crescencio Sandoval, altos mandos que lo acompaña, alumnos cadetes del heroico colegio militar, sean ustedes bienvenidos por parte de las y los diputados de la bancada del partido Acción Nacional.
El Heroico Colegio Militar tiene su origen, casi con nuestra República, fue su primer presidente Guadalupe Victoria que funda una academia militar para la Patria naciente, con este evento inicia un largo camino en la historia nacional.
Esta Institución Militar perduraría a la fecha; participando en algunos eventos como observante y en otros como protagonista principal.
Toda institución se funda bajo una vocación, una misión.
La del Colegio son: la instrucción militar, la defensa e independencia de México.
Así desde 1823 sus generaciones de cadetes se forjan bajo los principios de la lealtad, el honor y el patriotismo.
Nuestra institución académica de instrucción militar, ha estado en los distintos eventos que dieron forma y destino a nuestra Patria, otorgándole con cada una de sus generaciones a lo largo de siglos un orgullo, un orgullo nacional.
México tiene sin duda instituciones que han dado mucho: la Suprema Corte de Justicia o el Congreso a través de sus constituyentes:
El del 24 con el federalismo, el del 57 con la libertad de credos, el control constitucional y el estado de derecho; y por supuesto el de 1917, con los derechos sociales y el estado democrático de derecho y con el tránsito de estos ordenamientos constitucionales, estuvo nuestro Colegio Militar, forjándose y velando por la Patria.
Esta ceremonia más que una celebración bicentenaria, debe ser un reconocimiento a una institución, una institución que no podemos desasociar con nuestro México.
El Heroico Colegio Militar es una institución consustancial a la historia de nuestra patria; diversos hechos que convulsionaron a sus primeros gobiernos y la falta de dialogo entre dos bandos, dieron en el primer siglo, guerras intestinas, cambios abruptos de gobiernos, imperios e invasiones y sí, nuestro Colegio Militar avanzaba bajo una sola misión: La Patria.
La Nación fue acechada en sus albores por distintas amenazas internas, aun en las disputas entre los independentistas, el Colegio ahí estaba, instruyéndose y velando armas para la amenaza del exterior.
Mientras la división persistía y el país perdiera más de la mitad de su territorio, el vecino del norte arribaba a la capital, mientras tanto el 27 de septiembre de 1846, el Congreso emitía el reglamento para la escuela militar.
En aquella época el espacio público se disputaba y entre los mexicanos había división; mientras al interior de la Escuela militar se formaban hombres bajo una sola columna vertebral: el honor de lo que se debe hacer; la lealtad infalible por una causa; amor a la bandera y al himno nacional y sobre todo ABNEGACION, es decir: anteponer el servicio a los intereses particulares y sólo la satisfacción del deber cumplido.
Estos valores compañeras y compañeros, para quienes asumimos un servicio público, deberían ser, como son para nuestros cadetes del Colegio, un Credo, una sola carta de actuación frente a los ciudadanos.
“Por el Honor de México” reza el lema del Colegio y con ello debemos mencionar las heroicas defensas a los gobiernos legítimos, la primera, la del Presidente Gómez Pedraza, ahí estuvieron los cadetes replegando a los rebeldes en el Motín de la Acordada.
Desde el exterior, nuestra joven Nación se defendía de tratados ruinosos que se querían imponer a cambio del reconocimiento de otros países y ahí estaba la joven academia, formando militares en el Castillo de San Carlos, Veracruz.
Vendrían las agresiones de las grandes potencias que querían apoderarse del territorio, sus riquezas y de su soberanía, y el recién creado Colegio, estaba ahí, creciendo y preparando, sin saber no alumnos, si no héroes.
Hubo derrotas como la de Churubusco, la del Molino del Rey y nuestros cadetes y soldados demostraban en cada intervención, los valores de la lealtad y el patriotismo.
Se perdieron grandes territorios frente al enemigo, la inexperiencia y mezquindad de algunos de nuestros gobernantes de esa época, son citados en la historia; pero no como la mención de nuestros jóvenes, casi niños que se atrincheraron en el Alcázar de Chapultepec y con su vida nos han dado uno de los pasajes más hermosos de la historia.
No hay escuela en México que no represente el patriotismo con la intervención y sacrificio de los cadetes: Melgar, Montes de Oca, Márquez, de la Barrera, Escutia y Suárez.
No reconocer en este pasaje, el heroísmo que se envuelve en nuestro lábaro patrio, es negar un hecho histórico de amor a México; la defensa del Castillo de Chapultepec, es sin duda un emblema del Colegio.
Nuestra historia demuestra que la Academia primero y el Colegio después, fueron piedra cimiente de la consolidación de nuestra soberanía y de nuestra democracia.
Uno de los eventos más simbólicos, se da el 9 de febrero de 1917; los cadetes del Colegio marchan junto con Madero, por la legitimidad del Gobierno no reeleccionista, sin saber que esa marcha de la lealtad, no sólo es por la Patria, sino que es el inicio del largo y tortuoso camino de nuestra democracia.
Hoy el Colegio tiene más de tres mil cadetes hombres y 678 mujeres en sus aulas, seis ingenierías, cinco licenciaturas, son las carreras que forman junto con una instrucción militar, a los jóvenes que desean estar listos para un México del siglo veintiuno.
El próximo año llegará un nuevo gobierno y México tiene otros retos y por supuesto otras amenazas: ahí está la salud pública universal que nos falta, ahí está la educación y la inteligencia artificial, así como los inevitables efectos del cambio climático.
Y como en aquellos albores de la Republica y de la Academia, hoy nuestro país tiene nuevas amenazas: la violencia avanza en distintas regiones de nuestro país y con ella la asechanza de sus efectos a nuestros jóvenes.
También como en algunos momentos de estos doscientos años, hoy hay indicios y escúchese bien, hoy hay indicios de la instalación de un nuevo gobierno hegemónico que divida y polarice entre dos visiones.
Pero sin duda, sin duda, con esos retos y todas esas amenazas por venir, nuestra Institución Académica Militar estará ahí nuevamente, velando por la Patria; cumpliendo con su deber, por el honor de México.
Muchas Felicidades, muchos años más al Heroico Colegio Militar.
Muchas gracias.
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