Ciudad de México, 14 de octubre de 2021
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA BERENICE MONTES ESTRADA, CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES RURALES, DURANTE SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS.
DIPUTADA BERENICE MONTES ESTRADA (BME): Muchas gracias.
Con su permiso, señora presidenta.
Señoras y señores diputados, muy buenas tardes.
Los saludo del distrito 1, del estado de Guanajuato, grandeza de México, un distrito en su mayoría rural.
En el 2008, la Organización de las Naciones Unidas, declaró el 15 de octubre como Día Internacional de las Mujeres Rurales para reconocer la contribución de la mujer rural e indígena al desarrollo rural y agrícola.
Las mujeres rurales son fundamentales para el desarrollo comunitario y son el principal apoyo de sus familias, algunas incluso como jefas de ellas y son sumamente importantes al interior de sus comunidades.
Sin embargo, también viven en situación de desigualdad social, política y económica. Enfrentándose a la falta de titularidad de la tierra, falta de créditos, una situación de mucha vulnerabilidad por las altas tasas de migración, de violencia, falta de oportunidades servicios y hasta feminicidios.
Según datos del Inegi, en el 2020, el 21 por ciento de la población total en México habita en comunidades rurales, es decir con menos de 2500 habitantes.
La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018, indica que el 14 por ciento de millones de mujeres habitan en comunidades rurales, es decir el 11.7 del total de la población.
La ONU señala que las mujeres rurales equivalen a una cuarta parte de la población mundial y que trabajan como agricultores, asalariadas y empresarias.
Por ello, con esta efeméride se busca reconocer la urgente necesidad de adoptar medidas apropiadas para mejorar la situación de la mujer en las zonas rurales.
En muchas entidades son el motor que impulsa cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo humano sustentable.
La realidad que ellas viven día con día es muy compleja y su realidad también es de pobreza.
Las cifras del Enadid 2018, señalan que el nivel de pobreza en zonas rurales el 55.9 por ciento.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 2019, señala que son el 35.6 por ciento de las mujeres rurales de 15 a 64 años que tienen un trabajo remunerado.
Las mujeres rurales cada día se enfrentan a diversas adversidades, como el acceso limitado a la asistencia sanitaria, a la educación, a la electricidad, agua, buenos caminos, entre otros factores.
Por ello, a pesar de los recortes presupuestales y de programas que les afecta, particularmente y que el campo se encuentra en estado franco de abandono, las mujeres rurales salen adelante con sus propios medios y con sus habilidades.
Retirar programas como Prospera, Seguro Popular, Seguridad Alimentaria, Impulso a la Mujer Rural, Empleo Temporal, Mejoramiento para la Producción y Productividad Indígena, de Igualdad, Estancias Infantiles, Viviendas y tantos más, de verdad que ha dañado enormemente a las mujeres, pero mucho más a los rurales.
Entonces primero las pobres, sí respondo yo, pero las primeras olvidadas. Por eso este 15 de octubre cada día reconocemos el esfuerzo y los sacrificios de todas ellas, de las mujeres del campo que lo dan todo por sus familias, por sus comunidades y por México.
Unamos esfuerzos para crear cuentas que generen desarrollo de bienestar y aprobemos un presupuesto que favorezca a las mujeres rurales, indígenas y al campo mexicano que tanto lo necesita.
Es cuanto, presidenta.
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