Ciudad de México, 18 de noviembre de 2021
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO MARIO RIESTRA PIÑA, PARA FUNDAMENTAR INICIATIVA QUE REFORMA EL ARTÍCULO 69 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
DIPUTADO MARIO RIESTRA PIÑA (MRP): Con su venia, presidenta.
¿Qué es la democracia? Según el autor que se consulte, existen diferentes definiciones y no pretendo entrar en una controversia filosófica, pero Castillo Peraza rescata una definición que pudiera ser muy útil y muy simple para el tiempo en el cual nos encontramos.
La visión democrática de Castillo Peraza, señala que, “la democracia es la institucionalización del diálogo; diálogo que tiene como premisa que el otro, el interlocutor, es siempre como uno mismo, digno y respetable”.
Ojo, el diálogo no es una concesión y menos es una dádiva, menos aún, se trata de un acto que dependa de la voluntad unipersonal de quien toma las decisiones.
Esta visión de la democracia, presupone la existencia de canales de diálogo, una periodicidad bien definida y reglas claras que permitan dirimir las controversias.
Un Estado verdaderamente democrático, no suprime los conflictos.
Un Estado auténticamente democrático, inventa los procedimientos que le permitan a los conflictos expresarse y seguir siendo siempre negociables, dice Castillo Peraza,
Que no se nos olvide que la democracia es lenta, porque es resultado de la pacífica confrontación de visiones distintas, pero la democracia nunca será un peligro, la democracia siempre es una oportunidad y yo lanzo una pregunta, ¿qué tanta salud y vigor tiene nuestra democracia actualmente?
¿Tenemos suficientes mecanismos institucionalizados de diálogo entre Poderes, por ejemplo? Personalmente creo que nuestra democracia no sólo dista mucho de ser perfecta, sino que nos hacen falta muchos mecanismos de diálogo bien institucionalizados.
Si bien la democracia presupone una división de Poderes, esta separación de Poderes no implica que no haya diálogo entre los mismos.
La institucionalización del diálogo, dice Castillo Peraza, “no es el amontonamiento de monólogos, ni el ruido incomprensible”.
Creo que faltan muchos procedimientos de diálogo institucionalizado, específicamente entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, y para muestra dos botones; uno, el mecanismo del informe de Gobierno que cancela la presencia física del Presidente de la República, ante esta soberanía, por un lado y, dos, el nulo diálogo entre el Ejecutivo Federal y las bancadas de oposición.
En más de 3 años, sólo en una ocasión se ha entablado un intercambio de opiniones entre el Ejecutivo Federal y las principales fuerzas de oposición de esta Cámara de Diputados, no tenemos un diálogo institucionalizado entre Poderes.
Por ello, la propuesta que hoy hacemos, viene a enriquecer la democracia, ¿cómo?, generando mecanismos institucionalizados de diálogo y, para ello, proponemos la modificación del artículo 69 de la Constitución, para que presencia del Presidente de la República, sea mandatoria en la en la apertura de sesiones, del Primer Periodo legislativo de cada año.
Y para que vean que no hay gato encerrado, propongo un artículo transitorio, para que entre en vigor esta reforma durante la siguiente administración.
Tenemos que legislar sin ponerle nombre y apellido a nuestras reformas, legislar pensando en que en el futuro podemos o no ser Gobierno, y podemos o no ser también oposición.
En esta soberanía, la bancada del PT, presentó recientemente una iniciativa similar y varios legisladores del bloque oficialista han señalado y reconocido que tienen una deuda al respecto con la nación.
Hagamos causa común, nadie nos va a regalar la democracia, la democracia necesita demócratas y demócratas son aquellos que se toman el trabajo de construir sus instrumentos e instituciones y, por cierto, una última pregunta, ¿qué tan democrático es este Poder Legislativo que divaga hasta el momento sin una agenda propia y simplemente se ha dado lugar el trámite de iniciativas presidenciales?
Yo hago votos porque a partir de ahora seamos capaces de entablar un diálogo institucionalizado, que nos permita contar con una agenda legislativa propia, que este Poder y esta soberanía, retome sus facultades a cabalidad y tengan una vida independiente.
Es cuanto, señora Presidenta.