Ciudad de México, 2 de diciembre de 2021
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA ANABEY GARCÍA VELASCO, PARA FUNDAMENTAR INICIATIVA QUE REFORMA EL ARTÍCULO 41 DE LA LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA.
DIPUTADA ANABEY GARCÍA VELASCO (AGV): Compañeras y compañeros diputados.
El día de hoy me dirijo a ustedes y también con mucho respeto a las mujeres indígenas de nuestro país.
La violencia en contra de las mujeres, es uno de los fenómenos más graves a los que nos enfrentamos en la actualidad, ya que implica una serie de violaciones a los derechos fundamentales, que no permiten nuestro libre desarrollo y ejercicio de derechos, colocándolos en una situación de desventaja y vulnerabilidad, generando así más violencia y ampliando la brecha de género.
En el camino hacia la igualdad de género, hemos dado pasos firmes y muy importantes, para alcanzar a reducir la brecha de la desigualdad, la creación del Instituto Nacional de las mujeres, la promulgación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y el impulso de la paridad para hombres y mujeres, representan grandes avances legislativos e institucionales; sin embargo, en las calles, en los hogares, en los salarios, en el día a día de las mujeres, y en la realidad, estos avances no se notan.
Con base en la información del INEGI, 66 de cada 100 mujeres han sufrido violencia, por lo menos una vez en toda su vida. Ahora bien, cuando nos referimos a las mujeres que viven en las comunidades indígenas, tenemos que reconocer que éstas se encuentran en una condición de rezago económico y social que dificulta, aún más, el libre ejercicio de los derechos de las mujeres, especialmente, para garantizar que no sufran violencia de ningún tipo al interior de sus comunidades.
Actualmente, casi el 50% de las mujeres indígenas, han sufrido violencia, han sufrido algún incidente, cualquier tipo, el 30% ha sufrido violencia física y casi el 30 % ha sufrido violencia sexual, esto no sólo son datos, es la realidad en la que viven miles de mujeres indígenas, mujeres que no se encuentran tranquilas, mujeres que todos los días se enfrentan a la violencia, mujeres que el miedo es su más fiel compañero, mujeres que son golpeadas, que son abusadas y niñas que son vendidas y, lamentablemente, en muchos casos, son asesinadas.
El matrimonio forzado es un acto de violencia, es una violación a los derechos fundamentales de las niñas y las mujeres, y esto lo sabemos nosotras, pero muchas veces no lo saben aquellas mujeres y niñas que lo sufren, y justo es el motivo por el que me encuentro en esta tribuna, para proponer que se asegure la promoción y el respeto de sus derechos en su lengua indígena.
No es posible que para el Ejecutivo federal, el menoscabo y la violación de los derechos hacia las mujeres, sea solamente la excepción, pero no la regla.
En nuestro país, existen 7 millones 300 mil personas hablantes de una lengua indígena, de las cuales, 51% son mujeres, y de este total de hablantes de lenguas indígenas, el 14.5% de mujeres, no habla español.
La relación entre la violencia de género y los hablantes de una lengua indígena en nuestro país, es preocupante, y nos obliga a focalizar la atención en cuanto a las estrategias para prevenir la violencia en contra de las mujeres indígenas.
El día de hoy presentó esta iniciativa para modificar la fracción sexta, del artículo 41, de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con el fin de que se asegure la difusión de los derechos de las mujeres en su lengua materna.
El día de hoy me dirijo a las mujeres indígenas, a las artesanas, a las madres de familia, a las que encabezan un negocio, a las mujeres del campo, a las niñas y estudiantes indígenas, todas mujeres mexicanas, quiero decirles que cuentan con las diputadas y los diputados de Acción Nacional, estamos aquí para que los derechos de todas y cada una de las mujeres sean respetadas y reconocidas, sin importar las barreras de la lengua.
No hablar español, no quiere decir que no podemos conocer nuestros derechos.
No hablar español, no puede poner a las mujeres en una condición de vulnerabilidad por la discriminación, pero sobre todo, no hablar español no debe empujar a las mujeres hacia la violencia.
Es cuánto, muchas gracias.