TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA PAULINA AGUADO ROMERO PARA REFERIRSE AL ANIVERSARIO DEL NATALICIO DE DIEGO MARÍA RIVERA, DURANTE SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS.

7 de Diciembre de 2021

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Ciudad de México, a 07 de diciembre de 2021

 

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA PAULINA AGUADO ROMERO PARA REFERIRSE AL ANIVERSARIO DEL NATALICIO DE DIEGO MARÍA RIVERA, DURANTE SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS.

 

DIPUTADA PAULINA AGUADO ROMERO (PAR): Con su venia, presidente.

 

Muy buenos días, compañeros diputados y diputadas, es un privilegio estar en este recinto hablando de un grande, el gran maestro Diego Rivera.

 

Diego Rivera y Barrientos nació el 8 de diciembre de 1886 en Guanajuato. Sus primeros estudios los realizó en la Academia de San Carlos que, en aquellos tiempos, siglos XIX y XX, era la máxima casa de estudios de arte en México. En la Academia de San Carlos acudían los máximos exponentes de las artes como escultores, grabadores, arquitectos y, por supuesto, pintores.

 

Diego Rivera fue alumno de dos grandes pintores, Santiago Rebull y José María Vasconcelos. Posterior a la etapa de sus estudios en México, viajó a Europa para nutrirse de los movimientos pictóricos que estaban a la vanguardia como el impresionismo, el post impresionismo y el cubismo.

 

En España, Italia y Francia, Rivera tuvo la oportunidad de perfeccionar su técnica, pero no logró encontrar su voz propia hasta que regresó a México, su tierra. La cultura y tradiciones mexicanas se convirtieron en su principal expresión.

 

Diego Rivera perteneció a la influyente Escuela Mexicana de Pintura conocida como el Muralismo. Junto a David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, conformo la triada muralista mexicana del siglo XX.

 

El Muralismo impulsado desde el gobierno, particularmente por José Vasconcelos en su paso por la recién creada Secretaría de Educación Pública, tenía la misión de ser el referente de un nuevo desarrollo cultural que diera identidad a la nación postrevolucionaria. Rivera, Siqueiros y Orozco, fueron los encargados de llevar a cabo las colosales obras que visten y revisten algunos de los edificios más emblemáticos de México.

 

Diego Rivera pintó los murales de la Secretaría de Educación Pública, de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, del Palacio de Cortés en Cuernavaca, de Palacio Nacional y el Palacio de Bellas Artes.

 

Sus obras monumentales han sido admiradas por millones de personas de México y el mundo.

 

Rivera tuvo la capacidad de representar en sus pinturas, las tradiciones y los personajes que daban vida a la cultura de aquellos días, de igual forma supo plasmar de magnífica forma la situación de los obreros y los campesinos, encuadrados en un contexto de exaltación del nacionalismo cultural.

 

La obra de Diego Rivera fue expresión de sus ideas comunistas, la lucha de clases fue un motivo constante en sus pinturas. Su arte trascendió fronteras. Pintó los murales de la Escuela de Bellas Artes en San francisco, pero quizás su más destacado trabajo en el extranjero, fue un mural para el instituto de las Artes de Detroit. En él, Rivera expresó su visión sobre la industria automotriz y su perspectiva sobre los trabajadores y la relación entre la industria y la ciencia en el trabajo.

 

Se recuerda también la polémica sobre el mural que Diego Rivera realizaría para el Rockefeller Center en la Ciudad de Nueva York, y que fue cancelado y destruido al haber representado en ella su convicciones comunistas. De acuerdo con la información dada por la prensa, que calificó la obra como material ideológicamente indeseable.

 

El artista pudo llevar a cabo su obra dentro del Palacio de Bellas Artes, de la Ciudad de México, bajo el título El hombre controlador del universo. La vida de Diego Rivera, estuvo marcada no solo por las destacadas obras, sino por sus afinidades políticas. Rivera, vivió en tiempos donde la polarización ideológica era la regla, su participación política como miembro fundador del Partido Comunista Mexicano, del que posteriormente fue excluido por su amistad con León Trotsky y sus gestiones para que el gobierno mexicano le concediera asilo político o al exiliado soviético, es ejemplo claro de que la política acompañó siempre al gran artista.

 

En sus propias palabras decía: el arte no debe ser más que arte, pero no existe otra actividad, incluyendo la creación y el amor, que no sea actividad esencialmente política. Su obra ha sido criticada por algunos, los menos, y admirada por muchos, muchos mexicanos y extranjeros que a la fecha se rinden ante la genialidad del artista.

 

Diego Rivera ha sido uno de los más grandes exponentes de la pintura mural a nivel mundial, que su obra persista siempre en esos muros en los que yacen las formas y colores que son expresión viva de nuestra cultura. Es cuanto, presidente. Muchas gracias.

 

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