Ciudad de México, 3 de febrero de 2022

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO HÉCTOR ISRAEL CASTILLO OLIVARES, PARA REFERIRSE A LA EFEMÉRIDE CON MOTIVO DEL NATALICIO DE MARIANO OTERO Y MESTAS, DURANTE SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS.

DIPUTADO HÉCTOR ISRAEL CASTILLO OLIVARES (HICO): Con el permiso de la presidencia.

Compañeras y compañeros legisladores, en la memoria política de este país, no puede pasar desapercibido el natalicio de un mexicano ilustre que el siglo XIX vio nacer un 04 de febrero de1817 en Guadalajara, Jalisco. Su legado sigue vigente al sentar las bases del Estado de Derecho con el juicio de amparo y su contribución a la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Hablar de don Mariano Otero y Mestas, en la más alta tribuna de la nación, es una oportunidad que desde Acción Nacional reconocemos en el contexto actual en que se encuentra México.

Es urgente recordar que las causas de nuestra República no se han perdido, que es necesario un nuevo acuerdo en lo fundamental, que unifique a esta gran nación a partir de la igualdad ciudadana y del fortalecimiento del federalismo con una Constitución duradera, pero reformable conforme a las cambiantes necesidades populares y no al capricho de quien ostenta el poder, porque el poder es de cada uno de los 126 millones de habitantes ricos y pobres, pero también de esa clase media productiva para “evitar lo malo de lo alto y de lo bajo”, frase de Mariano Otero vigente, aunque se intente seguir polarizando a la nación en lugar de unificarla ante la debilidad de un régimen político, la falta de estabilidad económica y social y la gobernabilidad imperante.

En 1842, Mariano Otero, en el contexto de responder a la crisis de Estado-nación mexicano y pensar en el país creativamente en clave liberal, formó parte de los intentos por plantearse una solución mexicana a dilemas de concordia civil, transformación socioeconómica y Gobierno republicano, cuando tales metas se habían desplomado o entrado en un profundo conflicto a lo largo de la década.

Con su voto particular, presentado el 05 de abril de 1847 y establecido en el Acta de Reformas, sentó las bases del juicio de amparo en la Constitución de 1857 y en la ley fundamental.

El juicio de amparo y federalismo que hoy se encuentra amenazado, no sólo por quienes pretenden su desaparición, sino por el Tribunal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al desestimar con humo gris que requirió hasta un receso la constitucionalidad del mecanismo de democracia participativa como revocación de mandato.

Compañeras y compañeros, Mariano Otero, trascendió a su época, dejando un legado vigente con el federalismo y con el juicio de amparo tan necesario en estos días para quienes vivimos en México.

Cierro, con esta efeméride recordamos la vida y obra de este célebre jurista mexicano y como su visión de política y de realidad de México de aquel momento, impulsaron cambios a momentos convulsos e inestables de la historia de nuestro país.

Su ejemplo conmina a velar en todo momento por el bien de México y la unidad nacional que desde Acción Nacional estamos recuperando.

Es cuanto, presidente.

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