Ciudad de México, a 9 de mayo de 2021
BOLETÍN 983
- Sin justificación los ataques del gobierno y Morena contra el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Federal Electoral.
- Fuera manos del proceso; es el ciudadano quien decide quien lo debe gobernar.
Las elecciones deben estar por encima de cualquier interés particular o capricho de las fuerzas políticas, por lo que, a menos de un mes de las votaciones urge poner un hasta aquí a la descalificación de la autoridad electoral, que desacredita de antemano la vigilancia y credibilidad del proceso democrático más importante que haya vivido el país.
Así lo afirmó el coordinador de los diputados federales de Acción Nacional, Juan Carlos Romero Hicks, quien advirtió que no debe tirarse a la basura la autoridad del Instituto Nacional Electoral (INE) que ha comprobado su apego a la Ley con el cumplimiento de los principios constitucionales para toda elección: certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, objetividad y el máximo de transparencia.
Y denunció la embestida que, como nunca, lleva a cabo el gobierno federal y el partido que se ostenta como mayoritario, sin pruebas reales o bases legales. En más de 30 años de la apertura política que permitió seis reformas y la ciudadanización de los procesos electorales, jamás habíamos vivido este golpeteo oficial a la autoridad electoral.
Más allá de los intereses particulares y las decisiones en contra de algún partido, el Instituto Nacional Electoral sigue vigente. Tan vigente como que no hay que olvidar el respeto al voto que permitió al presidente Andrés Manuel López Obrador ser reconocido en la elección de 2018.
De las 200 elecciones en las que ha participado el INE en los últimos seis años, el resultado ha concretado alternancias en un 65.62 por ciento de los casos.
El INE es una de las mejores instituciones electorales del mundo. Esto lo revela el reconocimiento internacional a la existencia de herramientas como el padrón electoral y la credencial con fotografía, el hecho de que sean los vecinos los funcionarios electorales (se habilitará a 1.4 millones de ciudadanos) en las más de 160 mil casillas que se instalarán, la existencia del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) que nos permite conocer la misma noche de la elección, sección por sección y casilla por casilla, la información pública generada.
Asimismo, aproximadamente a las 23 horas locales habrá conteos rápidos, con base en muestreos aleatorios de actas de las casillas en la elección de las 15 gubernaturas y una proyección preliminar de la elección de la próxima Cámara de Diputados.
Por eso, dijo, México debe tener cuidado de este tipo de maniobras electoreras de descalificación que, más allá de no tener bases, tampoco mencionan las alternativas o soluciones que buscarían. ¿Regresar a las elecciones organizadas y controladas por el gobierno?
No hay justificación para el embate contra el INE y simultáneamente contra los organismos autónomos, a los contrapesos indispensables para evitar que el poder se desborde y nos lleve al autoritarismo.
A todos nos debe quedar claro que son los ciudadanos y únicamente ellos los que deciden quien debe gobernar. Si este principio se rompe comenzarán las tentaciones de a quién corresponden los nombramientos. Comenzarán a aparecer los compadres y los parientes haciendo a un lado a la población.
Las últimas resoluciones del INE e incluso las últimas del Tribunal Electoral Federal se han apegado a derecho y al estricto cumplimiento de la ley por lo que han lastimado intereses partidarios o políticos, comentó el líder parlamentario.
En ningún caso se justifica el acusar públicamente a los consejeros del INE o los magistrados del Tribunal y mucho menos exigir destituciones e incluso la desaparición de los organismos.
A unas semanas de las votaciones del domingo 6 de junio el llamado que debemos hacer es “fuera manos del proceso”. Dejemos que el ciudadano sea el que decida y la autoridad electoral la que conduzca el sufragio.
Ya se ha repetido mucho que esta es la elección más importante que tendremos por sus características pero, sobre todo, por la trascendencia de las decisiones libres que deberán tomarse de cara a la necesidad de vigorizar los contrapesos indispensables para toda democracia.
“Comprometámonos todos a que sea un éxito”, finalizó.
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